Con Mis Dedos Hablo

Caja ósea, el astro a lo lejos ríe por que sabe que su cuerpo no es eterno. Ruidos por atrás de mi cabeza delatan la voluntad de ser más. Acompaño a las vértebras en su canto delicioso y agradezco su sostén diario. Camino por la hoja negra del lirio dejando atrás, mis huellas rojas, miro al cielo y este está colmado de monedas de oro, las hago caer en mis bolsillos, mis guantes blancos se ensucian sin el reflejo de la verdad.

Con letras que no son mías, describo al mundo, tal como me han dicho que es… pero si dejo un extremo de la mesa en el vacío, esta habla más de la realidad, que los conceptos recibidos a través de mi existencia, dejo una puerta abierta al misterio.

Con todas las invitaciones caducas me dispongo a ver los hechos de una manera abstracta. Pensando en la extensión de mi brazo creo que las licencias toman un rol de represión, limitante. Tengo en mis bolsillos aquellas monedas que recogí del cielo, ahora flotan guiándome por un mundo material, en el cual se ha cortado la conexión que hay entre el sueño y la vigilia.

Que nos pueden enseñar las prisiones, solo viejos moldes, figuras oxidadas, eternos monolitos para personas enfrascadas.

Mis dedos me ayudan a comunicarme… a través de ellos, esto que llamamos realidad se disuelve.